LA VISIÓN Y LOS NIÑOS

¿Cómo detectar problemas visuales en los niños?

Si observamos que el niño tiene ciertos comportamientos o manías cuando tiene que distinguir algo de lejos o de cerca, es posible que presente un problema de agudeza visual. Algunos de estos hábitos nos pueden indicar que nuestro hijo no ve correctamente:

- Se pega mucho al texto. Cuando el niño tiene dificultades para ver de cerca, suele acercarse demasiado el libro o el papel para poder leer y distinguir la escritura.

- Adopta posiciones extrañas con la cabeza de forma mantenida. Se trata de hábitos posturales que se realizan de manera inconsciente para tratar de enfocar mejor las imágenes.

- Carece de buen criterio a la hora de elegir los colores. Si observamos que al pintar o colorear sus combinaciones cromáticas son poco acertadas, quizás estemos ante un problema de daltonismo.

- Deja de prestar atención. Las dificultades visuales pueden hacer que el niño pierda el interés por la lectura, los juegos o las explicaciones porque se cansa.

- Se pega mucho a la pantalla del ordenador. Puede ser debido a problemas visuales a media o corta distancia.

- Adquiere posturas viciadas al escribir. Estos malos hábitos posturales pueden indicar una falta de agudeza visual y se adoptan de manera habitual e inconsciente para tratar de enfocar y ver mejor.

 

Estar atentos a estas señales es fundamental tanto para los padres como para los educadores. En la fase de aprendizaje y muy especialmente cuando los niños empiezan con la lectura y la escritura, sus avances pueden verse muy penalizados por problemas de visión.

La hipermetropía en los niños.

La hipermetropía con frecuencia está presente desde que nacemos debido al menor tamaño de nuestros ojos. Cuando  estos terminan su desarrollo  desaparece la hipermetropía. Muchas personas tienen hipermetropías inferiores a 1 dioptría y mantienen una buena visión hasta que comienzan los signos de envejecimiento.

Debido a la elasticidad que tienen los ojos infantiles, hay muchos casos en los que la hipermetropía puede pasar inadvertida en los reconocimientos escolares rutinarios, y es la observación de los padres y profesores la que puede revelar el problema.

En caso de tener familiares con este problema refractivo, tenemos mayor probabilidad de padecerla.

La miopía en los niños.

Los niños que sufren miopía al igual que los adultos se caracterizan por no ver correctamente los objetos lejanos. Estos niños suelen apretar los ojos para compensar este defecto refractivo y enfocar mejor. Aquellos que no usan gafas o no tienen corregida su miopía normalmente son más tímidos y despistados y prefieren actividades como la lectura, pintura o manualidades, debido a que estas y otras tareas se realizan a distancias muy próximas.

Los niños prematuros tienen una alta probabilidad de padecer miopía, casi un 40%.

Los que tienen padres o abuelos miopes deben de ser examinados por un oftalmólogo u optometrista especialistas en visión infantil. No todos los niños se dejan examinar ni todos los especialistas tiene la paciencia necesaria con estos pequeños pacientes.

Un examen se puede realizar incluso a bebés pero la edad ideal para revisar la visión de un niño son los tres años.

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