Tensión ocular

Sufrir de hipertensión ocular, es decir tener unos niveles de tensión o presión ocular más elevados de lo normal, es un problema de la salud visual bastante común, sobre todo en personas mayores de 40 años. Esta circunstancia suele venir provocada porque los fluidos oculares no drenan de forma correcta.

Es un problema que debe ser corregido y tratado a tiempo, puesto que una presión ocular elevada mantenida en el tiempo puede derivar en un glaucoma, el cual puede dañar irremediablemente el nervio óptico y producir pérdidas importantes de la visión periférica.

¿Qué es la tensión ocular?

La presión intraocular es la fuerza que realizan los líquidos que se encuentran en el interior del ojo, formado por el humor vítreo y humor acuoso. Sus características sirven en gran medida para mantener la forma esférica del ojo.
Debe existir por tanto tal presión y para ello su interior tiene que estar relleno de los fluidos transparentes que hemos mencionado.

El humor acuoso concretamente sería el más importante para la presión ocular. Está presente en la zona anterior del globo ocular (desde la córnea hasta el cristalino). Se compone principalmente de agua, rica en oxígeno y otros nutrientes esenciales para cubrir los aportes sanguíneos que necesitan otras partes del ojo.

Si comparamos por ejemplo el ojo con un globo, la tensión intraocular sería la fuerza que realiza el aire sobre el globo, solo que éste no iría relleno de aire.

¿Qué provoca el exceso de tensión ocular?

Son muchos los factores que pueden llevar a que la presión intraocular aumente, entre ellos una mala alimentación, un estilo de vida sedentario y también una deficiente gestión del estrés, en cuyo caso hablaríamos de tensión ocular por estrés.

En algunas ocasiones, que deben ser determinadas por el oftalmólogo, las personas diagnosticadas de presión ocular alta pueden reducir este problema introduciendo cambios en su vida, existiendo una serie de remedios naturales para aliviar la tensión ocular. De esta forma, es posible controlar el problema antes de que la vista se vea afectada o antes de aplicar tratamientos médicos, como los colirios o la cirugía.

Gestionar el estrés con los mejores remedios naturales para la tensión ocular

Está demostrado que el estrés es una de las posibles causas del aumento de la tensión ocular. Para eliminar o mitigar este impacto negativo del estrés sobre nuestros ojos podemos realizar actividades que nos ayuden a relajarnos y olvidarnos de las preocupaciones diarias.

En relación a cuáles son los mejores hábitos o actividades desestresantes no existe una receta única, pues varían en función de cada individuo. Lo que a una persona le puede ir muy bien para relajarse a otra quizás la ponga más nerviosa. Es cuestión de probar y elegir la que nos dé mejores resultados. No obstante, el deporte moderado, el taichi, el yoga, así como las manualidades y las actividades artísticas destacan por conseguir reducir el nivel de estrés en casi todo el mundo.

Llevar una dieta equilibrada

Las grasas saturadas provocan sobrepeso y son perjudiciales para nuestro sistema cardiovascular, lo que incide negativamente en la tensión ocular. Por lo tanto, hay que ser muy cuidadosos con estos elementos, tratando de eliminarlos de nuestra dieta o, por lo menos, tomarlos con moderación.

También es sumamente importante beber muchos líquidos saludables, como agua o zumos naturales y no excederse en el consumo de alcohol, bebidas carbonatadas o bebidas con cafeína.

Limitar la exposición de los ojos al efecto de las pantallas

No vamos a negar que esta recomendación es cada vez más difícil de cumplir porque nuestros trabajos, sistemas de comunicación y hábitos de ocio se basan, muchas veces exclusivamente, en ordenadores, tablets y smartphones. Pero podemos reducir su impacto en nuestros ojos tratando de limitar su uso y establecer periodos de descanso. Por ejemplo, podemos hacer pausas de unos pocos minutos en las que aprovecharemos para mirar al horizonte cada hora o dos horas de trabajo.

Hacer ejercicios visuales

Pequeños masajes, parpadeos voluntarios o fijar la vista sobre algún punto son hábitos que ayudan a prevenir la fatiga visual y sus problemas asociados.

Si estos remedios alternativos no logran reducir la presión ocular, será el especialista quien nos tendrá que prescribir un tratamiento eficaz. Pueden ser medicamentos específicos (habitualmente colirios) y, en ciertos casos, una cirugía que tenga como objetivo establecer un sistema para drenar el fluido ocular y disminuir la presión.

Tensión ocular: Cómo se mide y tratamiento

La tensión intraocular o presión intraocular (PIO), hace siempre referencia a la tensión ocular. Por tanto, se puede conocer si el estado de ésta puede o no afectar a la visión del ojo. La técnica diagnóstica adecuada y más fiable para medir la PIO es con un  tonómetro siempre que el paciente visite la consulta de un profesional.

¿Cómo se mide la tensión ocular?

Previamente, lo que deben saber los pacientes es que no tiene nada que ver la presión arterial con la presión intraocular.
La primera es la presión que ejerce la sangre en las paredes de las arterias cuando el corazón late y está en reposo.
La tensión ocular mide la formación y eliminación del humor acuoso. Es decir, una persona puede tener la tensión arterial alta y la ocular normal, o al revés.

Ahora bien, el valor medio de la presión intraocular (PIO) suele estar entre los 10mmHg y los 20 mmHg. Esta prueba diagnóstica se realiza siempre con un tonómetro.

Normalmente la presión intraocular puede variar durante las 24 horas del día. Por eso, es importante que un oftalmólogo mida estos valores que suelen fluctuar por diferentes motivos para tener un mejor control.

Tensión ocular elevada

Cuando es mayor de 21mmHG, la hipertensión ocular podría ser el principal factor de riesgo para desarrollar glaucoma.
Una patología ocular que no presenta síntomas visibles y afecta progresivamente al nervio óptico. Si no se trata precozmente, puede ocasionar graves pérdidas de visión.

No obstante, no todas las tensiones oculares elevadas implican la aparición de glaucoma o, no los distintos tipos de glaucoma que existen pueden manifestarse con presiones intraoculares altas. Es el caso por ejemplo del glaucoma normotensivo. La tensión ocular de estos pacientes es normal pero presentan daños en el nervio óptico.

Causas de la tensión ocular elevada

Si el paciente tiene riesgo elevado de padecer glaucoma, para confirmar el diagnóstico es necesario acudir a un examen ocular completo de forma anual a partir de los 35 años. Existen diferentes motivos que podrían suponer un riesgo de tener la presión intraocular alta:

  • Antecedentes familiares de hipertensión ocular.
  • Tener antecedentes de familiares con glaucoma.
  • Padecer miopía alta o miopía patológica.
  • Edad.
  • Tener diabetes mellitus.

Tonómetro de aire

Como ya hemos comentado para medir la PIO el óptico optometrista utiliza un tonómetro que hace fuerza sobre la superficie ocular para comprobar si alguna estructura del ojo se deforma como por ejemplo: la córnea (la parte transparente del ojo) o la esclera (lo blanco del ojo).

Hoy en día existen muchos tipos de tonómetros. Los más modernos son los de aire o neumotonómetro que realizan la medición dando un “soplido” al ojo.

 

No obstante, si sospechamos que la presión intraocular es alta y tenemos un riesgo de padecer glaucoma serán necesarias más pruebas diagnósticas imprescindibles en las consultas hoy en día de un oftalmólogo que nos ayuden a tener un diagnóstico más preciso.

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